En el pelo largo es fundamental utilizar todos los días un shampoo hidratante adaptado a cada tipo de cabello, combinándolo una vez por semana con una mascarilla de brillo y un sérum sellador de puntas que facilite el peinado. Al secarlo, las espumas que ayudan a un buen brushing resultan ideales.
Usá una vez a la semana una mascarilla hidratante y a diario un sérum que cierre las cutículas y evite que las puntas se abran. Como tratamiento de choque, no dudes en hacerte cada tres meses un lifting capilar y así rejuvenecer la melena.
El pelo ondulado necesita un lavado suave y mascarillas con un toque extra de nutrición aplicadas siempre después del champú. A la hora de darle forma, las planchas de cerámica pueden marcar los rulos dibujando ordenados bucles o incluso alisarlos tanto como se desee.
Los nuevos tratamientos capilares llevan incorporados vitaminas, oligoelementos y aceites que, fusionados con tecnología avanzada, aportan al cabello fuerza, brillo, suavidad y manejabilidad.
El hecho de cortar el pelo a menudo evita las puntas abiertas, por eso la hidratación profunda no resulta imprescindible a diario. Eso sí, para una apariencia impecable debes recortarlo cada tres semanas o un mes como máximo. Después de lavarlo, aplica cera con los dedos y así definir el look.
Si tenés el pelo con frizz te recomendamos tratamientos de queratina como la solución más eficaz. A diario, basta con una buena hidratación después del shampoo
y con aplicar un spray específico antifrizz quince minutos antes de salir de casa.
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